Acá estoy, a punto de que me enjuicien por algo que cualquiera podría considerar lo correcto. Maté a mis padres. Pero mejor comenzaré con la explicación de los hechos porque esas palabras al aire me podrían condenar.
Desde pequeño sufrí el acoso, el tormento de mi padre: el era golpeador. Me golpeaba a mi, a mis hermanos y a mi madre. Ella jamás se, ni nos, defendió. Hace unos meses, por la noche, mi padre entro a mi casa totalmente ebrio, había estado bebiendo en el bar y estaba furioso por algo que jamas sabré. Entro dando gritos y golpes a las cosas, y no parando hasta destruirlas. Esto despertó a toda la familia, que salió de sus cuartos para ver que pasaba. Yo, al ser el hijo mayor, de 16 años, intente detenerlo pero el me atacó, derribándome por el suelo. Una vez allí, comenzo a patearme y darme golpes con sus manos. Cuando pude levantarme, lo único que hice fue correr intentando escapar de él.. Totalmente ebrio, me siguió por la casa, hasta llegar al living. En este mismo, intentó lanzar un nuevo golpe al que esquivé y lo golpee muy fuertemente en la cabeza con un velador. El golpe fue mortal.
Mi madre, que apenas alcanzo a divisar las situaciones, corrió hacia mi llorando y con ira por haber matado a mi padre. Yo no lograba entender, ese hombre que estaba allí tendido sin vida era aquel que la había castigado por años; yo le hice un favor, ese hombre no volvería a atormentar nunca mas a la familia. Buscó el arma que se encuentra arriba de la estufa hogar, me apuntó con ella pero logre quitársela de las manos antes de que gatillara el arma. Inmediatamente, la golpee con ella y en ese mismo instante se desvaneció muerta. La mujer que acababa de matar era mi madre, la misma que me parió y enseño.. Pero esta prefirió vengar a su esposo que consolarme a mi, el joven que le estaba sacando un gran peso a la familia. Yo era inocente y mi padre no.
Fernando Alberti
lunes, 10 de enero de 2011
jueves, 6 de enero de 2011
El último vaso de agua
La gente va llegando a la fiesta, la mayoría son familiares o amigos de la familia, algunos conocidos y otros que asisten por la comida, como suele suceder en todas las fiestas.
Catorce años estoy cumpliendo y, de a poco, se va llenando el lugar. Llegaron mis tios Andres y Horacio, nunca se casaron los pobres, la tia Becha y mi prima Marisol y el abuelo que llegó bien temprano, mi amor hacia el es como el de un hijo hacia un padre, es mi idolo, un ejemplo a seguir.
Entran, miran la mesa, critican o halagan la comida, entablan conversaciones con conocidos y familiares que hace mucho que no ven. Ojo, no porque vivan afuera, sino porque en verdad no les interesa llevarse con esa gente. Es una fiesta donde la gente comienza charlas falsamente. Sin querer le diste un poco de pie a la chusma de la familia y te puso al día en todos los chusmerios.
¡Al fin! Al parecer se dieron cuenta de que la chica que se encontraba en la punta de la mesa, con vestido y una bincha, era yo. Me saludan, me dicen que estoy muy bonita y se van, asi como llegaron, a cuchichear con otros. Yo, que estaba esperando a que llegara mi papá (se habia ido a bañar y ya venia) para empezar la fiesta, le habia hecho prohibir a mi mamá que no tocaran nada de la mesa, ni la comida ni la sidra.
Llegó y con él, el fotógrafo. Un hombre con dimensiones de cuerpo limitadas, de pantalon marron, la corbata que le hacia juego con el mismo y camisa blanca. Con una cámara grande y un pie para ella. Desde que llegó, el pobre hombre fue atacado como si estuviera dentro de una jaula de leones fotogénicos.
- Vení para acá. - Andá para allá. - Parate ahí. - Sacá una foto acá. Le decian mis familiares que mucho no tenian que ver en la fiesta.
Y el pobre hombre, con sus pocas ganas de vivir, iba y venia sacando fotos. Sacó fotos a la mesa, a toda la gente que asistió, a mí con mis primos, a mí con mis padres, a mí con mis tios, a mí con este y con el otro. Lo odioso de que la fiesta sea en tu honor, es que ni el fotógrafo ni vos quieren sacar las malditas fotos que supuestamente quedan para el recuerdo. Pero no es asi, no. Esas fotos van a un álbum y ese álbum a un cajón de un mueble, que no se abre hasta la próxima reunión, que lo van a sacar y se van a reir del peinado de éste o la cara del otro.
Me llevan a "upa" a la habitación más grande, me acomodan algunos almohadones, que acompañan al fondo blanco de la habitación. Otra vez comienzan a mandar al pobre hombre que lo único que queria hacer era ir, sacar las fotos, e irse a su casa.
La gente cree que al hablar un poco más bajo, el resto de la gente pierde el audio. Escuché a mi tía que dijo: - ¡Ay!, pero pobre chica, se salvó de la muerte hace poco y le sacan la foto a sus piernas flacas e inmóviles; además, saquenle esos botines. Si, tía, tenés mucha razón. Yo no quiero que me saquen fotos, me empiezo a sentir un poco mal.
Mientras todos discutian si sacarme una foto con mi abuelo preferido era tan necesario o no, a mi me importaba más un vaso de agua, porque el aire estaba espeso, la luz era empalagante y el calor insoportable.
¿Por qué no apagan esa luz?, dije. Y esas fueron mis últimas palabras. Que desperdicio.
Catorce años estoy cumpliendo y, de a poco, se va llenando el lugar. Llegaron mis tios Andres y Horacio, nunca se casaron los pobres, la tia Becha y mi prima Marisol y el abuelo que llegó bien temprano, mi amor hacia el es como el de un hijo hacia un padre, es mi idolo, un ejemplo a seguir.
Entran, miran la mesa, critican o halagan la comida, entablan conversaciones con conocidos y familiares que hace mucho que no ven. Ojo, no porque vivan afuera, sino porque en verdad no les interesa llevarse con esa gente. Es una fiesta donde la gente comienza charlas falsamente. Sin querer le diste un poco de pie a la chusma de la familia y te puso al día en todos los chusmerios.
¡Al fin! Al parecer se dieron cuenta de que la chica que se encontraba en la punta de la mesa, con vestido y una bincha, era yo. Me saludan, me dicen que estoy muy bonita y se van, asi como llegaron, a cuchichear con otros. Yo, que estaba esperando a que llegara mi papá (se habia ido a bañar y ya venia) para empezar la fiesta, le habia hecho prohibir a mi mamá que no tocaran nada de la mesa, ni la comida ni la sidra.
Llegó y con él, el fotógrafo. Un hombre con dimensiones de cuerpo limitadas, de pantalon marron, la corbata que le hacia juego con el mismo y camisa blanca. Con una cámara grande y un pie para ella. Desde que llegó, el pobre hombre fue atacado como si estuviera dentro de una jaula de leones fotogénicos.
- Vení para acá. - Andá para allá. - Parate ahí. - Sacá una foto acá. Le decian mis familiares que mucho no tenian que ver en la fiesta.
Y el pobre hombre, con sus pocas ganas de vivir, iba y venia sacando fotos. Sacó fotos a la mesa, a toda la gente que asistió, a mí con mis primos, a mí con mis padres, a mí con mis tios, a mí con este y con el otro. Lo odioso de que la fiesta sea en tu honor, es que ni el fotógrafo ni vos quieren sacar las malditas fotos que supuestamente quedan para el recuerdo. Pero no es asi, no. Esas fotos van a un álbum y ese álbum a un cajón de un mueble, que no se abre hasta la próxima reunión, que lo van a sacar y se van a reir del peinado de éste o la cara del otro.
Me llevan a "upa" a la habitación más grande, me acomodan algunos almohadones, que acompañan al fondo blanco de la habitación. Otra vez comienzan a mandar al pobre hombre que lo único que queria hacer era ir, sacar las fotos, e irse a su casa.
La gente cree que al hablar un poco más bajo, el resto de la gente pierde el audio. Escuché a mi tía que dijo: - ¡Ay!, pero pobre chica, se salvó de la muerte hace poco y le sacan la foto a sus piernas flacas e inmóviles; además, saquenle esos botines. Si, tía, tenés mucha razón. Yo no quiero que me saquen fotos, me empiezo a sentir un poco mal.
Mientras todos discutian si sacarme una foto con mi abuelo preferido era tan necesario o no, a mi me importaba más un vaso de agua, porque el aire estaba espeso, la luz era empalagante y el calor insoportable.
¿Por qué no apagan esa luz?, dije. Y esas fueron mis últimas palabras. Que desperdicio.
lunes, 3 de enero de 2011
Jake mate
Jake. Me bastó con solo mirar debajo de aquellos libros viejos para encontrar aquel antiguo tablero de ajedrez. El deseo de jugar una partida se apoderó de mi ser, pero no se encontraba nadie en la casa, ni se encontraría, pues en esa casa no vivía nadie más que yo, desde hacia ya un buen tiempo.
Desde gran parte de mi vida he estado viviendo en una extrema soledad que solo podria entender una persona perdida en medio del inmenso océano. No fue por mi propia voluntad, sino que se fueron yendo de uno a uno, de tiempo en tiempo.
Me convertí en el hombre que mira pasar a las personas desde la estrecha ventana del living, oscuro y solitario, poco amueblado, pero con los suficientes, para la gente que allí concurría. Muebles tácticamente ubicados para una rapida huída o un ataque, cualquiera fuese el caso. Tic - Tac, hace un reloj, el tiempo se acaba, puedo sentirlo, van cincuenta y algo de tic y otros cincuenta de tac. El fin está cerca, la inminente victoria se anuncia con las miradas de los de afuera, que miran con asombro y tristeza. Mi cara lo único que refleja es una gran satisfacción, talvez una risa burlona y un suspiro de alivio.
Mi función de rey fue comandar aquellas sanguinarias acciones para asegurar mi supervivencia, sin importar los sacrificios de los mios y de mis enemigos. En cada acción que ejecuté, alguien murió, alguien dejó un espacio en blanco, un pasado oscuro y una vida desprotegida. ¿Maté?
Desde gran parte de mi vida he estado viviendo en una extrema soledad que solo podria entender una persona perdida en medio del inmenso océano. No fue por mi propia voluntad, sino que se fueron yendo de uno a uno, de tiempo en tiempo.
Me convertí en el hombre que mira pasar a las personas desde la estrecha ventana del living, oscuro y solitario, poco amueblado, pero con los suficientes, para la gente que allí concurría. Muebles tácticamente ubicados para una rapida huída o un ataque, cualquiera fuese el caso. Tic - Tac, hace un reloj, el tiempo se acaba, puedo sentirlo, van cincuenta y algo de tic y otros cincuenta de tac. El fin está cerca, la inminente victoria se anuncia con las miradas de los de afuera, que miran con asombro y tristeza. Mi cara lo único que refleja es una gran satisfacción, talvez una risa burlona y un suspiro de alivio.
Mi función de rey fue comandar aquellas sanguinarias acciones para asegurar mi supervivencia, sin importar los sacrificios de los mios y de mis enemigos. En cada acción que ejecuté, alguien murió, alguien dejó un espacio en blanco, un pasado oscuro y una vida desprotegida. ¿Maté?
domingo, 2 de enero de 2011
Más vale no preguntar
- ¡Hola Albe, tanto tiempo! Me alegro de verte. ¿Cómo andas?
- Hola Ro, estoy mal. Muy mal, extremadamente triste. Demasiado, diría yo.
- (Ouch, para que le pregunté). ¿Qué pasó boludo? Contame (Espero que no sea muy extenso).
- No boludo, no te das una idea. Hoy no tuve noticias buenas. Todas malas. Me llegó un mail con la nota de Antropología, ¡y me saqué un uno! ¡Y yo que pensaba que como mínimo me sacaba un dos, aunque necesitaba un tres para ir a final!Bueno, mi mal día no terminó ahi. Ya que eso pasó en la mañana muy temprano. A eso del mediodia me enteré que mi papá no es en realidad mi papá. Según el relato de mi madre, ella tuvo un romance con un hombre mientras mi padre se encontraba de viaje, y cuando éste volvió ella siguió con dicho romance. No podía creerlo. Pero no tuve más respuestas (ni quien era, ni donde podia encontrarlo) porque a la información la recibí de mi propia madre agonizando en una cama de hospital. En cuestión de minutos quedé huerfano de padre (porque no se quien carajo es) y de madre (porque murio en aquel instante).
- (¡No me jodas, no le pudo haber pasado todo esto en un solo dia!).
- ¡Y eso no es todo! Me enteré que mi novia se está garchando a un amigo y que, no hace mucho, lo habian hecho en mi propia cama. Mi novia está embarazada de mi amigo, está de tres meses. Y aún sigo enamorado de ella, quise perdonarla, pero ella decidió empezar una relación con mi amigo (mejor amigo).
Bueno, te sigo contando.. Cuando estaba yendo desde el hospital al colegio a buscar y explicarle a mi hermanita menor lo que había sucedido con mamá choqué el auto que hacía unos días acababa de comprar y no llevaba mi carnet conmigo y tampoco los papeles del seguro. Así que me harán un juicio. Seguí mi camino y busqué a mi hermanita en el colegio, en el que yo también había hecho mi secundaria. Entré, salude a los profesores (que habian sido los míos) y me dijeron que alguien ya habia recogido a Julieta, mi hermana. ¿Quién podría ser? ¡Sólo la buscabamos mamá y yo!
Desesperado, corri sin parar (porque ya no tenía el auto) a todas las casas de sus compañeritas. No logré encontrarla. Cuando iba pasando por el Boulevard no vi a ese Duna blanco que venía a toda velocidad, por eso es que tengo éste yeso en la pierna, me chocó y me quebró la tibia y el peroné. Camino al hospital, ya en la ambulancia, recibí un llamado de una persona anónima diciendo que había raptado a mi hermana y que por cada hora que yo no pagase el dinero, el la violaría.
- ¡No Albe! No llorés. Todo se va a solucionar. Vení, un abrazo no te va a hacer mal.
- No.. es que.. es que.. Vos debés querer matarte, porque me preguntaste como estaba para que yo te respondiera que bien.. Jamás esperaste que te iba a contar todo esto. En realidad, me caí jugando al fútbol y es la única razón de mi yeso. El resto fue mentira. No preguntes '¿Cómo estas?' si no estas preparado para una historia que no querés escuchar.
- Hola Ro, estoy mal. Muy mal, extremadamente triste. Demasiado, diría yo.
- (Ouch, para que le pregunté). ¿Qué pasó boludo? Contame (Espero que no sea muy extenso).
- No boludo, no te das una idea. Hoy no tuve noticias buenas. Todas malas. Me llegó un mail con la nota de Antropología, ¡y me saqué un uno! ¡Y yo que pensaba que como mínimo me sacaba un dos, aunque necesitaba un tres para ir a final!Bueno, mi mal día no terminó ahi. Ya que eso pasó en la mañana muy temprano. A eso del mediodia me enteré que mi papá no es en realidad mi papá. Según el relato de mi madre, ella tuvo un romance con un hombre mientras mi padre se encontraba de viaje, y cuando éste volvió ella siguió con dicho romance. No podía creerlo. Pero no tuve más respuestas (ni quien era, ni donde podia encontrarlo) porque a la información la recibí de mi propia madre agonizando en una cama de hospital. En cuestión de minutos quedé huerfano de padre (porque no se quien carajo es) y de madre (porque murio en aquel instante).
- (¡No me jodas, no le pudo haber pasado todo esto en un solo dia!).
- ¡Y eso no es todo! Me enteré que mi novia se está garchando a un amigo y que, no hace mucho, lo habian hecho en mi propia cama. Mi novia está embarazada de mi amigo, está de tres meses. Y aún sigo enamorado de ella, quise perdonarla, pero ella decidió empezar una relación con mi amigo (mejor amigo).
Bueno, te sigo contando.. Cuando estaba yendo desde el hospital al colegio a buscar y explicarle a mi hermanita menor lo que había sucedido con mamá choqué el auto que hacía unos días acababa de comprar y no llevaba mi carnet conmigo y tampoco los papeles del seguro. Así que me harán un juicio. Seguí mi camino y busqué a mi hermanita en el colegio, en el que yo también había hecho mi secundaria. Entré, salude a los profesores (que habian sido los míos) y me dijeron que alguien ya habia recogido a Julieta, mi hermana. ¿Quién podría ser? ¡Sólo la buscabamos mamá y yo!
Desesperado, corri sin parar (porque ya no tenía el auto) a todas las casas de sus compañeritas. No logré encontrarla. Cuando iba pasando por el Boulevard no vi a ese Duna blanco que venía a toda velocidad, por eso es que tengo éste yeso en la pierna, me chocó y me quebró la tibia y el peroné. Camino al hospital, ya en la ambulancia, recibí un llamado de una persona anónima diciendo que había raptado a mi hermana y que por cada hora que yo no pagase el dinero, el la violaría.
- ¡No Albe! No llorés. Todo se va a solucionar. Vení, un abrazo no te va a hacer mal.
- No.. es que.. es que.. Vos debés querer matarte, porque me preguntaste como estaba para que yo te respondiera que bien.. Jamás esperaste que te iba a contar todo esto. En realidad, me caí jugando al fútbol y es la única razón de mi yeso. El resto fue mentira. No preguntes '¿Cómo estas?' si no estas preparado para una historia que no querés escuchar.
sábado, 18 de diciembre de 2010
Tabú
El tema del sexo en muchos hogares es un tema tabú. Por eso mismo, muchos casos de embarazos adolescentes se producen por falta de información (y otros por un acto de estupidez). No es el caso de mi casa, pero en algunos lugares decir una palabra referida al sexo para la charla de la cena y todos bajan la cabeza mirando el plato, en un gran silencio.
A mi nunca me contaron el cuento de la cigüeña ni que salimos de un repollo (o la verdura que sea) pero sinceramente nunca se me cruzó por la cabeza preguntarme de donde salían los bebés (aunque supongo que al ver embarazadas lo relacionaba con eso, no recuerdo; era muy chico).
Y todo comenzó por una gran confusión que mamá no supo manejar. Me refiero a mis saberes sexuales.
Un mediodía, a la edad de siete años, estabamos (mamá y yo) en la plaza que se encontraba enfrente a mi vivienda esperando el transporte que me llevaría al colegio. Donde debía esperar el colectivo, había un kiosco y con el tipo que atendía dicho kiosco había muy buena onda (creo que le quería entrar a mamá). En una de esas miles esperas, miré para adentro del kiosco y me sorprendí al ver cajas de Boca Jrs y de River Plate, automáticamente le pregunté que eran esas cajas y ella no supo que responder. Pobresita, yo estaba totalmente convencido de que eran cartas. Lo único que dijo fue 'es para gente grande'. Me podría haber dicho que eran animales disecados y yo iba a entrar en el cuento. No, lo que me dijo es que a la vuelta del colegio ella me iba a explicar. ¡¿Para qué?! Estuve toda la tarde imaginándome el contenido de esas cajas. Lo peor que le podés decir a un nene de siete años es 'más tarde te digo' porque a esa edad querés saber todo todo (aunque no lo entiendas).
Cuando llegué del colegio, efectivamente, me explicaron. Pero no fue mi madre sino una mujer que trabaja con ella (y me conoce hace mucho). No sé que tenía miedo mamá, como si tal información me iba a revelar el misterio del cosmos. Me apartó y me explicó todo, que eran forros y que se usaban para que las mujeres no quedaran embarazadas, que los usan los hombres y como se usa. No fue nada extravagante, pues al poco tiempo ya mi curso sabía más o menos como venía la mano. ¡Que cagona mi vieja!
Y recordando esto, me vino a la mente una historia que me contaron.
Dice de una hermosa nena que asistía a primer grado, de ojos celestes y preciosos rizos rubios. Eran las cinco o seis de la tarde y llega a su casa después de haber estado en el colegio. Se dirige hacia donde estaba su padre y se produce una conversación:
- Papi, papi, ¿qué es pene?
- ¿Por qué me preguntas eso?
- Porque un hombre hoy me lo dijo, ¿qué es?
- ¿Qué hombre? ¿Dónde?
- Un señor, en el colegio. ¿Qué es pene?
- ¡Vení, vamos ya al colegio!
- Dale, ¡saludemos a la señorita Mariana!
- Vos me vas a decir quien te lo dijo.
El hombre completamente paranóico, ya que habían querido abusar (o en el peor de los casos, lo hicieron) de su hija. Recorre las instituciones, empezando por la dirección. Allí dió los datos de los rasgos fisicos del hombre, que su hija le había podido describir. Resultó ser que era el conserje, un hombre de unos setenta años que se movía lentamente, cómo si el caminar así le estirara un poco más la vida. El padre, furioso, se dirige al hombre y lo golpea fuertemente en la cara, sin mediar palabra. Una vez que el conserje quedó tendido en el suelo el padre de la niña le dice:
- ¡Violador! ¡Hijo de puta! Violaste a mi hija, te voy a matar la puta que te parió.
- Pe.. Pe.. Pero señor ¿qué esta diciendo usted?
- Mi hija me contó como la quisiste violar.
- No señor, jamás haría tal cosa. Soy abuelo y no podría soportar que eso le pase a mis nietas. Debe haber una confusión.
- Ninguna confusión, hijo de puta.
El padre no le tuvo compación al anciano, que recibió una gran golpiza y murió en aquel lugar.
En el último suspiro del viejo, la niña, entre llantos, pronunció: "Es preferible que muera antes que pene" (frase dicha por el abuelo haciendo referencia a un perro que murió, por un golpe que un auto le había provocado, a la salida del colegio).
A mi nunca me contaron el cuento de la cigüeña ni que salimos de un repollo (o la verdura que sea) pero sinceramente nunca se me cruzó por la cabeza preguntarme de donde salían los bebés (aunque supongo que al ver embarazadas lo relacionaba con eso, no recuerdo; era muy chico).
Y todo comenzó por una gran confusión que mamá no supo manejar. Me refiero a mis saberes sexuales.
Un mediodía, a la edad de siete años, estabamos (mamá y yo) en la plaza que se encontraba enfrente a mi vivienda esperando el transporte que me llevaría al colegio. Donde debía esperar el colectivo, había un kiosco y con el tipo que atendía dicho kiosco había muy buena onda (creo que le quería entrar a mamá). En una de esas miles esperas, miré para adentro del kiosco y me sorprendí al ver cajas de Boca Jrs y de River Plate, automáticamente le pregunté que eran esas cajas y ella no supo que responder. Pobresita, yo estaba totalmente convencido de que eran cartas. Lo único que dijo fue 'es para gente grande'. Me podría haber dicho que eran animales disecados y yo iba a entrar en el cuento. No, lo que me dijo es que a la vuelta del colegio ella me iba a explicar. ¡¿Para qué?! Estuve toda la tarde imaginándome el contenido de esas cajas. Lo peor que le podés decir a un nene de siete años es 'más tarde te digo' porque a esa edad querés saber todo todo (aunque no lo entiendas).
Cuando llegué del colegio, efectivamente, me explicaron. Pero no fue mi madre sino una mujer que trabaja con ella (y me conoce hace mucho). No sé que tenía miedo mamá, como si tal información me iba a revelar el misterio del cosmos. Me apartó y me explicó todo, que eran forros y que se usaban para que las mujeres no quedaran embarazadas, que los usan los hombres y como se usa. No fue nada extravagante, pues al poco tiempo ya mi curso sabía más o menos como venía la mano. ¡Que cagona mi vieja!
Y recordando esto, me vino a la mente una historia que me contaron.
Dice de una hermosa nena que asistía a primer grado, de ojos celestes y preciosos rizos rubios. Eran las cinco o seis de la tarde y llega a su casa después de haber estado en el colegio. Se dirige hacia donde estaba su padre y se produce una conversación:
- Papi, papi, ¿qué es pene?
- ¿Por qué me preguntas eso?
- Porque un hombre hoy me lo dijo, ¿qué es?
- ¿Qué hombre? ¿Dónde?
- Un señor, en el colegio. ¿Qué es pene?
- ¡Vení, vamos ya al colegio!
- Dale, ¡saludemos a la señorita Mariana!
- Vos me vas a decir quien te lo dijo.
El hombre completamente paranóico, ya que habían querido abusar (o en el peor de los casos, lo hicieron) de su hija. Recorre las instituciones, empezando por la dirección. Allí dió los datos de los rasgos fisicos del hombre, que su hija le había podido describir. Resultó ser que era el conserje, un hombre de unos setenta años que se movía lentamente, cómo si el caminar así le estirara un poco más la vida. El padre, furioso, se dirige al hombre y lo golpea fuertemente en la cara, sin mediar palabra. Una vez que el conserje quedó tendido en el suelo el padre de la niña le dice:
- ¡Violador! ¡Hijo de puta! Violaste a mi hija, te voy a matar la puta que te parió.
- Pe.. Pe.. Pero señor ¿qué esta diciendo usted?
- Mi hija me contó como la quisiste violar.
- No señor, jamás haría tal cosa. Soy abuelo y no podría soportar que eso le pase a mis nietas. Debe haber una confusión.
- Ninguna confusión, hijo de puta.
El padre no le tuvo compación al anciano, que recibió una gran golpiza y murió en aquel lugar.
En el último suspiro del viejo, la niña, entre llantos, pronunció: "Es preferible que muera antes que pene" (frase dicha por el abuelo haciendo referencia a un perro que murió, por un golpe que un auto le había provocado, a la salida del colegio).
domingo, 12 de diciembre de 2010
¿Y ahora me lo venís a decir? Si no sabes lo que querés, no me rompas las pelotas
Recomendación: leerla escuchando 'Ella usó mi cabeza como un revolver' de Soda Stereo.
www.youtube.com/watch?v=V3kyXaWRXas
¿Vieron la canción de Soda Stereo 'Ella usó mi cabeza como un revolver? Así me la usó Sofía, mi gran gran amor.
Pasó que la conoci cuando yo tenia unos quince años y ella me empataba en edad. Por unos meses, ella era un poco más grande que yo. Al principio, nunca la miré con los ojos en que se mira a alguien que te interesa; era una chica muy linda, pero hasta ahí. Quizas era porque a algunos de los chicos de mi grupo ella le parecia muy linda y yo no le encontraba ese 'no se qué' que le encontraban ellos.
De mi parte, me alejé de esa chica, pues a los quince años haces y deshaces amigos al mismo tiempo en que muere por inseguridad una persona en Argentina. Después de unos años, la vida nos volvió a cruzar. Ahora, los dos ya teniamos dieciocho años y, obviamente, habiamos madurado (lo mínimo).
El reencuentro se dió en un boliche de Buenos Aires (donde estoy viviendo en este momento). Ella y yo, estabamos borrachos por igual y sucedió lo que ninguno de los dos pensó jamás: nos besamos. Pero no fue sólo un beso de una noche. Nos seguimos viendo después de aquel beso inicial. Es que era una chica tan bonita e inteligente (esas que casi no existen) que me cautivó. Yo no tenía pensado entrar en una relación en aquel momento, pero ésta chica hizo hasta lo imposible para que eso sucediese. Hizo choluleadas como mandarme una proposición de relación en Facebook (ésta fue la más grande), debo admitir que me encantaban y a la vez me daba gracia las cosas que hacia. Me terminó convenciendo. En unos pocos meses estabamos de novio y estaba más feliz que nunca en mi vida (me refiero a estar en la compañia de alguien).
Pasó un año y teníamos diecinueve casi veinte. Nuestro segundo año de la facultad. Ella vivia hablandome de casarnos y tener hijos juntos (ideas disparatadas para ese momento.. pero quién sabía en el futuro). comenzó a insistir en que nos mudemos juntos y yo termine mudandome a su departamento.
En la noche de mi cumpleaños, cuando estabamos juntando las cosas que se habían ensuciado por las visitas que se habían ido me dijo: - Tenemos que hablar, deja las cosas como están. Sentate.
Me dirigí al sillón, me senté a su lado y puse una cara de '¿Qué me querés decir?'.
Me da un beso muy apasionado (esos que se dan en las peliculas) y me dice:
- No puedo seguir con vos. Te amo pero soy muy jóven para casarme.
- ¿Y ahora me lo venís a decir?
www.youtube.com/watch?v=V3kyXaWRXas
¿Vieron la canción de Soda Stereo 'Ella usó mi cabeza como un revolver? Así me la usó Sofía, mi gran gran amor.
Pasó que la conoci cuando yo tenia unos quince años y ella me empataba en edad. Por unos meses, ella era un poco más grande que yo. Al principio, nunca la miré con los ojos en que se mira a alguien que te interesa; era una chica muy linda, pero hasta ahí. Quizas era porque a algunos de los chicos de mi grupo ella le parecia muy linda y yo no le encontraba ese 'no se qué' que le encontraban ellos.
De mi parte, me alejé de esa chica, pues a los quince años haces y deshaces amigos al mismo tiempo en que muere por inseguridad una persona en Argentina. Después de unos años, la vida nos volvió a cruzar. Ahora, los dos ya teniamos dieciocho años y, obviamente, habiamos madurado (lo mínimo).
El reencuentro se dió en un boliche de Buenos Aires (donde estoy viviendo en este momento). Ella y yo, estabamos borrachos por igual y sucedió lo que ninguno de los dos pensó jamás: nos besamos. Pero no fue sólo un beso de una noche. Nos seguimos viendo después de aquel beso inicial. Es que era una chica tan bonita e inteligente (esas que casi no existen) que me cautivó. Yo no tenía pensado entrar en una relación en aquel momento, pero ésta chica hizo hasta lo imposible para que eso sucediese. Hizo choluleadas como mandarme una proposición de relación en Facebook (ésta fue la más grande), debo admitir que me encantaban y a la vez me daba gracia las cosas que hacia. Me terminó convenciendo. En unos pocos meses estabamos de novio y estaba más feliz que nunca en mi vida (me refiero a estar en la compañia de alguien).
Pasó un año y teníamos diecinueve casi veinte. Nuestro segundo año de la facultad. Ella vivia hablandome de casarnos y tener hijos juntos (ideas disparatadas para ese momento.. pero quién sabía en el futuro). comenzó a insistir en que nos mudemos juntos y yo termine mudandome a su departamento.
En la noche de mi cumpleaños, cuando estabamos juntando las cosas que se habían ensuciado por las visitas que se habían ido me dijo: - Tenemos que hablar, deja las cosas como están. Sentate.
Me dirigí al sillón, me senté a su lado y puse una cara de '¿Qué me querés decir?'.
Me da un beso muy apasionado (esos que se dan en las peliculas) y me dice:
- No puedo seguir con vos. Te amo pero soy muy jóven para casarme.
- ¿Y ahora me lo venís a decir?
¿Y ahora me lo venís a decir? Llorar me hizo sentir bebé
Recomendación: leerlo escuchando 'Down with my baby' de Kevin Johansen
www.youtube.com/watch?v=Jmg2M3aJWu4&feature=related
Esto me pasó hace un par de semanas. Resulta que yo conocia a una chica muy muy linda, que realmente nunca se me cruzó por la mente estar con ella. No porque no me interesara, sino que nunca creí que me iba a dar cabida. Al final de todo, estuve equivocado.. Me la dió y si que me la dió. Empezamos chateando y con mensajes de texto como simples amigos (esto me confundió un poco al principio). Despues me fui dando cuenta de que ella no me miraba con la intención de ser mi amiga y para mi felicidad estaba despierto (porque me ha pasado de que eso sucede.. pero en algún sueño).
Como decía, empezamos una relación pero nunca un beso.. Nos veíamos, nos reíamos, nos abrazabamos pero nunca nos besamos, no me preguntes el por qué porque realmente no lo sé. Con los abrazos que nos dabamos era suficiente para ambos.
Una tarde quedamos en encontrarnos a las seis en la plaza de la costanera y, como siempre, llegué tarde. Por suerte, ya le había comentado de que no era muy puntual y decidió ir más tarde. Igualmente, me estuvo esperando quince minutos (estaba muy interesada en verme). Nos quedamos unas horas en la plaza tomando mates y cuando empezo a hacer frio nos dirigimos a su casa con la excusa de ver una pelicula.
Caminamos unas cuadras hasta su casa y una vez adentro me tiré en el sillón como cual chancho en su chiquero, estaba realmente cansado pues me habia acostado tarde y levantado temprano.
Ella se encargó de poner la pelicula y traer una frazada para taparnos. La pelicula era una comedia de amor, excelente para divertirse y para estar en un ambiente amoroso con esta chica que moria por mi y yo por ella. El final de la pelicula, como todo final de pelicula de amor, terminó con un beso de los protagonistas y casi sin darme cuenta me estaba besando con Agustina (asi se llamaba la chica). Primero fue un rose de labios, al que acompañamos con miradas profundas y tiernas caricias. Con el correr de las horas, los gestos de amor fueron evolucionando a ardientes besos revolcandonos en el sillón cama de su living y entre la frazada.
En un momento, me mira, se para y se va. Yo quedé perplejo ante tal situacion. Nuestros primeros besos y ella se iba corriendo hacia algun lugar de su casa (la cual yo no conocia, debido a que era la primera vez que iba). Analicé que hacer y vi mas conveniente quedarme a esperarla. La espera no fue muy larga, pero yo no entendia nada.
Regresó y salto hacia mi. Comenzamos a besarnos y de fondo se podia escuchar 'down with my baby' de Kevin Johansen. El clima era perfecto.
De a poco fuimos quitandonos la ropa y como era la primera vez que lo haciamos con el otro lo único que haciamos era meter la pata y, por suerte, reirnos de ello. La música se hacia mas fuerte al compás de nuestros cuerpos haciendo el amor. Fue una noche llena de amor y salvajismo por parte de dos personas que se querian mutuamente. Terminamos los dos completamente agotados, tan agotados que caimos en un sueño profundo.
Al otro dia, en la mañana, me despierta con sus tiernos besos. Era todo como yo lo había soñado.
Fue a la cocina y volvió llorando. Debía decirme algo muy importante y sabía que era muy doloroso para ambos. Ella me amaba y sabía que yo sentia exectamente lo mismo por ella.
Me dijo:
- Si no estuve con vos antes fue porque no queria que pase esto: que nos enamoraramos.
- ¿Por qué? Esto es hermoso.
Entre su llanto logró pronunciar:
- Me muero mañana.
Y lo único que atiné a decir fue:
- (¿Y ahora me lo venís a decir?) Te amo y juro que mañana yo también moriré (al menos, mi mejor parte).
www.youtube.com/watch?v=Jmg2M3aJWu4&feature=related
Esto me pasó hace un par de semanas. Resulta que yo conocia a una chica muy muy linda, que realmente nunca se me cruzó por la mente estar con ella. No porque no me interesara, sino que nunca creí que me iba a dar cabida. Al final de todo, estuve equivocado.. Me la dió y si que me la dió. Empezamos chateando y con mensajes de texto como simples amigos (esto me confundió un poco al principio). Despues me fui dando cuenta de que ella no me miraba con la intención de ser mi amiga y para mi felicidad estaba despierto (porque me ha pasado de que eso sucede.. pero en algún sueño).
Como decía, empezamos una relación pero nunca un beso.. Nos veíamos, nos reíamos, nos abrazabamos pero nunca nos besamos, no me preguntes el por qué porque realmente no lo sé. Con los abrazos que nos dabamos era suficiente para ambos.
Una tarde quedamos en encontrarnos a las seis en la plaza de la costanera y, como siempre, llegué tarde. Por suerte, ya le había comentado de que no era muy puntual y decidió ir más tarde. Igualmente, me estuvo esperando quince minutos (estaba muy interesada en verme). Nos quedamos unas horas en la plaza tomando mates y cuando empezo a hacer frio nos dirigimos a su casa con la excusa de ver una pelicula.
Caminamos unas cuadras hasta su casa y una vez adentro me tiré en el sillón como cual chancho en su chiquero, estaba realmente cansado pues me habia acostado tarde y levantado temprano.
Ella se encargó de poner la pelicula y traer una frazada para taparnos. La pelicula era una comedia de amor, excelente para divertirse y para estar en un ambiente amoroso con esta chica que moria por mi y yo por ella. El final de la pelicula, como todo final de pelicula de amor, terminó con un beso de los protagonistas y casi sin darme cuenta me estaba besando con Agustina (asi se llamaba la chica). Primero fue un rose de labios, al que acompañamos con miradas profundas y tiernas caricias. Con el correr de las horas, los gestos de amor fueron evolucionando a ardientes besos revolcandonos en el sillón cama de su living y entre la frazada.
En un momento, me mira, se para y se va. Yo quedé perplejo ante tal situacion. Nuestros primeros besos y ella se iba corriendo hacia algun lugar de su casa (la cual yo no conocia, debido a que era la primera vez que iba). Analicé que hacer y vi mas conveniente quedarme a esperarla. La espera no fue muy larga, pero yo no entendia nada.
Regresó y salto hacia mi. Comenzamos a besarnos y de fondo se podia escuchar 'down with my baby' de Kevin Johansen. El clima era perfecto.
De a poco fuimos quitandonos la ropa y como era la primera vez que lo haciamos con el otro lo único que haciamos era meter la pata y, por suerte, reirnos de ello. La música se hacia mas fuerte al compás de nuestros cuerpos haciendo el amor. Fue una noche llena de amor y salvajismo por parte de dos personas que se querian mutuamente. Terminamos los dos completamente agotados, tan agotados que caimos en un sueño profundo.
Al otro dia, en la mañana, me despierta con sus tiernos besos. Era todo como yo lo había soñado.
Fue a la cocina y volvió llorando. Debía decirme algo muy importante y sabía que era muy doloroso para ambos. Ella me amaba y sabía que yo sentia exectamente lo mismo por ella.
Me dijo:
- Si no estuve con vos antes fue porque no queria que pase esto: que nos enamoraramos.
- ¿Por qué? Esto es hermoso.
Entre su llanto logró pronunciar:
- Me muero mañana.
Y lo único que atiné a decir fue:
- (¿Y ahora me lo venís a decir?) Te amo y juro que mañana yo también moriré (al menos, mi mejor parte).
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