lunes, 10 de enero de 2011

Panic show

Acá estoy, a punto de que me enjuicien por algo que cualquiera podría considerar lo correcto. Maté a mis padres. Pero mejor comenzaré con la explicación de los hechos porque esas palabras al aire me podrían condenar.
Desde pequeño sufrí el acoso, el tormento de mi padre: el era golpeador. Me golpeaba a mi, a mis hermanos y a mi madre. Ella jamás se, ni nos, defendió. Hace unos meses, por la noche, mi padre entro a mi casa totalmente ebrio, había estado bebiendo en el bar y estaba furioso por algo que jamas sabré. Entro dando gritos y golpes a las cosas, y no parando hasta destruirlas. Esto despertó a toda la familia, que salió de sus cuartos para ver que pasaba. Yo, al ser el hijo mayor, de 16 años, intente detenerlo pero el me atacó, derribándome por el suelo. Una vez allí, comenzo a patearme y darme golpes con sus manos. Cuando pude levantarme, lo único que hice fue correr intentando escapar de él.. Totalmente ebrio, me siguió por la casa, hasta llegar al living. En este mismo, intentó lanzar un nuevo golpe al que esquivé y lo golpee muy fuertemente en la cabeza con un velador. El golpe fue mortal.
Mi madre, que apenas alcanzo a divisar las situaciones, corrió hacia mi llorando y con ira por haber matado a mi padre. Yo no lograba entender, ese hombre que estaba allí tendido sin vida era aquel que la había castigado por años; yo le hice un favor, ese hombre no volvería a atormentar nunca mas a la familia. Buscó el arma que se encuentra arriba de la estufa hogar, me apuntó con ella pero logre quitársela de las manos antes de que gatillara el arma. Inmediatamente, la golpee con ella y en ese mismo instante se desvaneció muerta. La mujer que acababa de matar era mi madre, la misma que me parió y enseño.. Pero esta prefirió vengar a su esposo que consolarme a mi, el joven que le estaba sacando un gran peso a la familia. Yo era inocente y mi padre no.

jueves, 6 de enero de 2011

El último vaso de agua

La gente va llegando a la fiesta, la mayoría son familiares o amigos de la familia, algunos conocidos y otros que asisten por la comida, como suele suceder en todas las fiestas.
Catorce años estoy cumpliendo y, de a poco, se va llenando el lugar. Llegaron mis tios Andres y Horacio, nunca se casaron los pobres, la tia Becha y mi prima Marisol y el abuelo que llegó bien temprano, mi amor hacia el es como el de un hijo hacia un padre, es mi idolo, un ejemplo a seguir.
Entran, miran la mesa, critican o halagan la comida, entablan conversaciones con conocidos y familiares que hace mucho que no ven. Ojo, no porque vivan afuera, sino porque en verdad no les interesa llevarse con esa gente. Es una fiesta donde la gente comienza charlas falsamente. Sin querer le diste un poco de pie a la chusma de la familia y te puso al día en todos los chusmerios.
¡Al fin! Al parecer se dieron cuenta de que la chica que se encontraba en la punta de la mesa, con vestido y una bincha, era yo. Me saludan, me dicen que estoy muy bonita y se van, asi como llegaron, a cuchichear con otros. Yo, que estaba esperando a que llegara mi papá (se habia ido a bañar y ya venia) para empezar la fiesta, le habia hecho prohibir a mi mamá que no tocaran nada de la mesa, ni la comida ni la sidra.
Llegó y con él, el fotógrafo. Un hombre con dimensiones de cuerpo limitadas, de pantalon marron, la corbata que le hacia juego con el mismo y camisa blanca. Con una cámara grande y un pie para ella. Desde que llegó, el pobre hombre fue atacado como si estuviera dentro de una jaula de leones fotogénicos.
- Vení para acá. - Andá para allá. - Parate ahí. - Sacá una foto acá. Le decian mis familiares que mucho no tenian que ver en la fiesta.
Y el pobre hombre, con sus pocas ganas de vivir, iba y venia sacando fotos. Sacó fotos a la mesa, a toda la gente que asistió, a mí con mis primos, a mí con mis padres, a mí con mis tios, a mí con este y con el otro. Lo odioso de que la fiesta sea en tu honor, es que ni el fotógrafo ni vos quieren sacar las malditas fotos que supuestamente quedan para el recuerdo. Pero no es asi, no. Esas fotos van a un álbum y ese álbum a un cajón de un mueble, que no se abre hasta la próxima reunión, que lo van a sacar y se van a reir del peinado de éste o la cara del otro.
Me llevan a "upa" a la habitación más grande, me acomodan algunos almohadones, que acompañan al fondo blanco de la habitación. Otra vez comienzan a mandar al pobre hombre que lo único que queria hacer era ir, sacar las fotos, e irse a su casa.
La gente cree que al hablar un poco más bajo, el resto de la gente pierde el audio. Escuché a mi tía que dijo: - ¡Ay!, pero pobre chica, se salvó de la muerte hace poco y le sacan la foto a sus piernas flacas e inmóviles; además, saquenle esos botines. Si, tía, tenés mucha razón. Yo no quiero que me saquen fotos, me empiezo a sentir un poco mal.
Mientras todos discutian si sacarme una foto con mi abuelo preferido era tan necesario o no, a mi me importaba más un vaso de agua, porque el aire estaba espeso, la luz era empalagante y el calor insoportable.
¿Por qué no apagan esa luz?, dije. Y esas fueron mis últimas palabras. Que desperdicio.

lunes, 3 de enero de 2011

Jake mate

Jake. Me bastó con solo mirar debajo de aquellos libros viejos para encontrar aquel antiguo tablero de ajedrez. El deseo de jugar una partida se apoderó de mi ser, pero no se encontraba nadie en la casa, ni se encontraría, pues en esa casa no vivía nadie más que yo, desde hacia ya un buen tiempo.
Desde gran parte de mi vida he estado viviendo en una extrema soledad que solo podria entender una persona perdida en medio del inmenso océano. No fue por mi propia voluntad, sino que se fueron yendo de uno a uno, de tiempo en tiempo.
Me convertí en el hombre que mira pasar a las personas desde la estrecha ventana del living, oscuro y solitario, poco amueblado, pero con los suficientes, para la gente que allí concurría. Muebles tácticamente ubicados para una rapida huída o un ataque, cualquiera fuese el caso. Tic - Tac, hace un reloj, el tiempo se acaba, puedo sentirlo, van cincuenta y algo de tic y otros cincuenta de tac. El fin está cerca, la inminente victoria se anuncia con las miradas de los de afuera, que miran con asombro y tristeza. Mi cara lo único que refleja es una gran satisfacción, talvez una risa burlona y un suspiro de alivio.
Mi función de rey fue comandar aquellas sanguinarias acciones para asegurar mi supervivencia, sin importar los sacrificios de los mios y de mis enemigos. En cada acción que ejecuté, alguien murió, alguien dejó un espacio en blanco, un pasado oscuro y una vida desprotegida. ¿Maté?

domingo, 2 de enero de 2011

Más vale no preguntar

- ¡Hola Albe, tanto tiempo! Me alegro de verte. ¿Cómo andas?
- Hola Ro, estoy mal. Muy mal, extremadamente triste. Demasiado, diría yo.
- (Ouch, para que le pregunté). ¿Qué pasó boludo? Contame (Espero que no sea muy extenso).
- No boludo, no te das una idea. Hoy no tuve noticias buenas. Todas malas. Me llegó un mail con la nota de Antropología, ¡y me saqué un uno! ¡Y yo que pensaba que como mínimo me sacaba un dos, aunque necesitaba un tres para ir a final!Bueno, mi mal día no terminó ahi. Ya que eso pasó en la mañana muy temprano. A eso del mediodia me enteré que mi papá no es en realidad mi papá. Según el relato de mi madre, ella tuvo un romance con un hombre mientras mi padre se encontraba de viaje, y cuando éste volvió ella siguió con dicho romance. No podía creerlo. Pero no tuve más respuestas (ni quien era, ni donde podia encontrarlo) porque a la información la recibí de mi propia madre agonizando en una cama de hospital. En cuestión de minutos quedé huerfano de padre (porque no se quien carajo es) y de madre (porque murio en aquel instante).
- (¡No me jodas, no le pudo haber pasado todo esto en un solo dia!).
- ¡Y eso no es todo! Me enteré que mi novia se está garchando a un amigo y que, no hace mucho, lo habian hecho en mi propia cama. Mi novia está embarazada de mi amigo, está de tres meses. Y aún sigo enamorado de ella, quise perdonarla, pero ella decidió empezar una relación con mi amigo (mejor amigo).
Bueno, te sigo contando.. Cuando estaba yendo desde el hospital al colegio a buscar y explicarle a mi hermanita menor lo que había sucedido con mamá choqué el auto que hacía unos días acababa de comprar y no llevaba mi carnet conmigo y tampoco los papeles del seguro. Así que me harán un juicio. Seguí mi camino y busqué a mi hermanita en el colegio, en el que yo también había hecho mi secundaria. Entré, salude a los profesores (que habian sido los míos) y me dijeron que alguien ya habia recogido a Julieta, mi hermana. ¿Quién podría ser? ¡Sólo la buscabamos mamá y yo!
Desesperado, corri sin parar (porque ya no tenía el auto) a todas las casas de sus compañeritas. No logré encontrarla. Cuando iba pasando por el Boulevard no vi a ese Duna blanco que venía a toda velocidad, por eso es que tengo éste yeso en la pierna, me chocó y me quebró la tibia y el peroné. Camino al hospital, ya en la ambulancia, recibí un llamado de una persona anónima diciendo que había raptado a mi hermana y que por cada hora que yo no pagase el dinero, el la violaría.
- ¡No Albe! No llorés. Todo se va a solucionar. Vení, un abrazo no te va a hacer mal.
- No.. es que.. es que.. Vos debés querer matarte, porque me preguntaste como estaba para que yo te respondiera que bien.. Jamás esperaste que te iba a contar todo esto. En realidad, me caí jugando al fútbol y es la única razón de mi yeso. El resto fue mentira. No preguntes '¿Cómo estas?' si no estas preparado para una historia que no querés escuchar.